sábado, 20 de septiembre de 2008

Extranjerizándome

"En ese momento y en el límite de la noche, aullaron las sirenas. Anunciaban partidas hacia un mundo que ahora me era para siempre indiferente. Por primera vez desde hacía mucho tiempo pensé en mamá. Me pareció que comprendía por qué, al final de su vida, había tenido un «novio», por qué había jugado a comenzar otra vez. Allá, allá también, en torno de ese asilo en el que las vidas se extinguían, la noche era como una tregua melancólica. Tan cerca de la muerte, mamá debía sentirse allí liberada y pronta para revivir todo. Nadie, nadie tenía derecho de llorar por ella. Y yo también me sentía pronto a revivir todo. Como si esta tremenda cólera me hubiese purgado del mal, vaciado de esperanza, delante de esta noche cargada de presagios y de estrellas, me abría por primera vez a la tierna indiferencia del mundo. Al encontrarlo tan semejante a mí, tan fraternal, en fin, comprendía que había sido feliz y que lo era todavía. Para que todo sea consumado, para que me sienta menos solo, me quedaba esperar que el día de mi ejecución haya muchos espectadores y que me reciban con gritos de odio."

(Albert Camus- El Extranjero)

viernes, 5 de septiembre de 2008

A los ojos


La veo en cada esquina
la siento a cada segundo
es ella
que me ronda como asechando presa

me hostiga en sueños
quiere cansar mis sentidos
agotar mis ganas
para luego abrazarme como madre
llevarme hacia la nada
es ella

y ahora en este viaje la llevo de compañera
para que no diga que la esquivo
para que no crea que le temo
para que no tenga ganas de tenerme entre sus brazos

quién sabe si en una de esas
ella termina hostigándose de mí.

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