Cruces
lunes, 17 de mayo de 2010
martes, 2 de marzo de 2010
viernes, 20 de noviembre de 2009
La Última Estación
*el viajero que huye tarde o temprano detiene su andar*
Y aquí me quedo, entre tus manos
firmes y cálidas
en el palpitar del corazón azorado
en el aroma del bien amado
en cada trazo de piel
en los minutos contados al revés
en el fundirme toda, sí, toda
como metal a fuego
en el placentero dolor del amor
sí, amor.
Me quedo, aquí,
digan lo que digan, como dicen
porque yo lo digo y bien dicho
que me quedo aquí
donde sea que estés es mi 'aquí'
porque donde sea que estés
es mi hogar
mi estación
la última y más feliz
la eterna...
martes, 9 de junio de 2009
jueves, 14 de mayo de 2009
viernes, 24 de abril de 2009
Ellos
jueves, 16 de abril de 2009
Volver
viernes, 10 de abril de 2009
Al Sur

Quito mis manos de las tuyas, dejo que la última lágrima caiga sin fin, y en un soplo de viento azul abro mis brazos a la luz Desaparezco Y tu corazón adolorido me guía en las corrientes de la noche.
Viajo, entre la suave luz de la mañana, veo el verdor de países sonámbulos Los pájaros dorados me acompañan y abajo, muy abajo, tu corazón es sanado por el aura de una pequeña mariposa que hace su primer viaje en tren.
jueves, 18 de diciembre de 2008
Añoranzas
Viajemos, antes que las aves (Jorge Teillier)
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viernes, 12 de diciembre de 2008
Entre-Vías
sábado, 20 de septiembre de 2008
Extranjerizándome

"En ese momento y en el límite de la noche, aullaron las sirenas. Anunciaban partidas hacia un mundo que ahora me era para siempre indiferente. Por primera vez desde hacía mucho tiempo pensé en mamá. Me pareció que comprendía por qué, al final de su vida, había tenido un «novio», por qué había jugado a comenzar otra vez. Allá, allá también, en torno de ese asilo en el que las vidas se extinguían, la noche era como una tregua melancólica. Tan cerca de la muerte, mamá debía sentirse allí liberada y pronta para revivir todo. Nadie, nadie tenía derecho de llorar por ella. Y yo también me sentía pronto a revivir todo. Como si esta tremenda cólera me hubiese purgado del mal, vaciado de esperanza, delante de esta noche cargada de presagios y de estrellas, me abría por primera vez a la tierna indiferencia del mundo. Al encontrarlo tan semejante a mí, tan fraternal, en fin, comprendía que había sido feliz y que lo era todavía. Para que todo sea consumado, para que me sienta menos solo, me quedaba esperar que el día de mi ejecución haya muchos espectadores y que me reciban con gritos de odio."
(Albert Camus- El Extranjero)
(Albert Camus- El Extranjero)
viernes, 5 de septiembre de 2008
A los ojos

La veo en cada esquina
la siento a cada segundo
es ella
que me ronda como asechando presa
me hostiga en sueños
quiere cansar mis sentidos
agotar mis ganas
para luego abrazarme como madre
llevarme hacia la nada
es ella
y ahora en este viaje la llevo de compañera
para que no diga que la esquivo
para que no crea que le temo
para que no tenga ganas de tenerme entre sus brazos
quién sabe si en una de esas
ella termina hostigándose de mí.
miércoles, 6 de agosto de 2008
Muertes

Y a cada instante,
un suspiro,
y a cada tiempo,
un respiro.
Dentro, un corazón
acaricia los colores nubosos
del alma herida por el arcoiris
lejano.
No lo dejes,
el sol extrañará tus ojos
y la luna deseará tu piel.
No lo dejes,
la tierra calmará tu llanto
y el cielo acariciará tu sed.
Y en el río un candor oloroso
llama con sones de tambor,
no la dejes, no te vayas.
martes, 15 de julio de 2008
Buen Viaje

Hay viajes y viajes,
este no lo deseaste
pero ya lo presentías
cuando aquella última vez
me llenaste de abrazos
Chocolates.
flores rojas y blancas
llanto y lluvia conjugados
palabras y silencios combinados
un abrazo que no me abandona
Desaliento.
y de pronto en mi cabeza una frase resuena
"quisiera estrecharte de abrazos
y decirte te amo y no te odio"
Silencio.
No te olvido, no te dejo.Camino.
Y Llueve.
Te lloro.
Una rosa blanca en mis manos
y un clavel rojo en mis labios
No me dejes.
Y quisiera, no decirte adiós.
Sino
Buen viaje.
viernes, 4 de julio de 2008
domingo, 25 de mayo de 2008
Introspección
martes, 20 de mayo de 2008
Catársis

Desesperación era lo q se veía en sus ojos,
en su piel, en su respiración.
Deseaba volver, deseaba volver,
regresar el tiempo, el espacio, las personas.
Un mundo distinto era el que la esperaba allí
el que la hacia respirar aire pesado
el que la hacia sentirse liviana
el que la hacia desgarrar su corazón.
Y en un minuto de luz extendió sus manos
para alcanzar a quien ya no estaba allí,
rebuscó como una loca y no halló nada,
miró y no vio nada,
tampoco sintió, no, no sintió a nadie.
Y allí en la oscuridad de su soledad lloró
lloró por quien se quedó, por quien se fue,
por quien echó, por quien llamó,
por lo que vivió, por lo que dejó,
por los deseos, por los sueños y por las rabias.
Y al amanecer dormía tranquila sostenida en una hoja
que flotaba en el mar de lágrimas que derramó.
El alba la iluminó afectuosamente para señalarle
el comienzo de un nuevo día, y le envió una brisa suave
para despertarla, rocío para acariciarla, y una nube de sueños para guiarla.
jueves, 1 de mayo de 2008
Oscuridad
Y a cada paso que daba se le iba el alma, no quería abandonarla allí, tan frágil, tan dulce, tan añorante. Pero la vida no escatima costos cuando debe seguir, no pide permisos ni saca cuentas, sólo sigue, y exige. No podía volver la mirada, eso no, le demostraría que no deseaba esto, y le daría esperanzas, esas que no podía entregarle, pues sabía que jamás la volvería a ver. Y ya no podía darle luz.
Lágrimas corrían por su rostro, como una llave abierta, estaba allí, parada, frágil, expuesta al mundo, viéndolo caminar sin mirar atrás. Ella lo miraba poderosamente para ver si se volteaba, para insistir en esa esperanza, en ese último rayo de luz. Pero nada sucedió, él se subió al tren sin mirarla nunca, y sintió como su alma se iba con él. 'Algún día te encontraré', pensó.
Y esa luz ya se apagó.
Por Nisska Cruces
**
Lágrimas corrían por su rostro, como una llave abierta, estaba allí, parada, frágil, expuesta al mundo, viéndolo caminar sin mirar atrás. Ella lo miraba poderosamente para ver si se volteaba, para insistir en esa esperanza, en ese último rayo de luz. Pero nada sucedió, él se subió al tren sin mirarla nunca, y sintió como su alma se iba con él. 'Algún día te encontraré', pensó.
Y esa luz ya se apagó.
Por Nisska Cruces
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jueves, 24 de abril de 2008
Retroceder
Y hay viajes desagradables
miras y miras al vacío
y sólo quieres gritar.
El oxígeno se extingue
y el raciocinio está en off.
Ya no quiero este viaje,
ya no quiero seguir,
y sólo quiero gritar.
El mundo da vueltas,
y estoy de cabeza.
Miro a los lados,
el frío carcomiendo mis sentidos,
arriba, el cielo,
abajo, el agua,
y enfrente el horizonte.
Mis manos están firmes,
el metal está en su lugar,
mis pies tambalean,
no saben si avanzar o retroceder,
y en mi cabeza mil pensamientos.
El hilo que me afirma a este mundo es frágil,
quien sabe si soportará mi peso
quien sabe si quiero que lo haga
es tan fácil pensar en el fin
tanto como lo es el comienzo
Mis labios están fríos,
la duda se ha colado entre mis huesos
ya no quiero este viaje
ya no lo deseo
y mis manos se aferran al metal
y mis pies deciden retroceder
y mis pensamientos son únicos.
Pero alguien pensó primero,
alguien decidió por mí.
Esas manos grandes, frías,
esas manos seguras,
se han vuelto extrañas
me han arrojado al vacío.
Y antes de sentir la suave caricia del agua
tengo un único pensamiento:
'cuidado, ojalá no te persiga la culpa'.
**(Por Nisska Cruces)
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